Diseño de proyecto escenográfico y caracterización de personajes inspirado en la obra de Marcos López.
La propuesta consiste en recrear los espacios y personajes de "Cardoso en Gulevandia" de acuerdo al concepto y estética del artista argentino Marcos López.
El disparador fue su obra "Asado en el Larreta". Respecto de esta obra se ha dicho: "El artista desacraliza el espacio e invita a los espectadores a compartir este típico plato argentino en un escenario distinguido y señorial que remite al interior de un palacio del renacimiento español. Retratos de corte y chimichurri conviven en la sala de paredes enteladas y pisos en damero de mármol. El juego provoca un contraste inesperado, una ironía que refierza la brecha que los une o los separa."
El contraste es el aspecto acentuado en este trabajo, esto es, la posibilidad de apropiarse de espacios y discursos para luego desacralizarlos y crear un universo nuevo con lenguaje propio: una poética del absurdo con una identidad local fuerte y definida.
La propuesta consistió entonces, en investigar los espacios y personajes creados por el artista plástico en sus obras, y realizar una adaptación a los creados en la obra musical, tomando como pautas: la recreacción kitsch y grotezca de los personajes, la paleta de colores del pop art, la presencia de objetos del "surrealismo criollo": altares populares, pisos de cesped sintético, piletas pelopincho.
La capilla del palacio real -donde transcurre el primer acto- se recreó como un santuario popular con santos y divinidades locales. Estampillas y notas dedicadas a personajes provenientes de la cultura popular, contrastan con la solemnidad del género musical.
Para el segundo acto, que transcurre en el Salón del Trono, un salón real fue convertido en un patio solarium, cuyo centro lo ocupa el trono del Rey Wilferico -una reposera- y su alfombra real -de pasto sintético-. Una manguera que atravieza todo el patio y desemboca en una pileta pelopincho de plástico.
Esta escena se compone con los personajes de la corte real, cuya estética comparte con los objetos circundantes, su condición brillosa y de plástico, remitiendo a lo artificial y barato.
Además, la caracterización de los personajes está inspirada en personajes de la farándula argentina, de aquí la imprenta local que hace al surrealismo criollo, concepto tomado de Marcos López.
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